La paranoia

Pues mientras son peras o manzanas....

The day the saucers came by Neil Gaiman

Es que acaso no tengo hijo del cual preocuparme? Por supuesto, no dejo de pensar y hacer cosas por protegerlo.
Acaso no tengo un trabajo? Si claro, y lo desempeño lo mejor que puedo.
Y mis amigos, es que no me llaman para saber que es lo que haremos para pasar las tardes juntos? Si, solo para confirmar que seguimos siendo amigos.
El pasto del jardín sigue creciendo, gritandome en silencio que es hora que me ocupe de el.
Que si la ciudad se ha quedado sin cubrebocas o sin gente en la calle.

http://bittergrace.wordpress.com/2007/08/25/70-favorite-poems-25-the-day-the-saucers-came-by-neil-gaiman/

No puedo dejar de pensar en ti.

I'm not thinking...

Como si no fuese suficiente con tenerlo ese sentimiento dentro de todo el cuerpo.
Hay no y ahora se esta saliendo todo por los ojos, no puedo detenerlo... y además no quiero.
De alguna manera debo sacar todo esto aunque duela.

Entonces: "I'm not thinking..."
No estoy pensando en ti cortandome el aliento con tu media sonrisa.
No estoy pensando en ti con tus ojos grises-azules como el cielo después de una tormeta.
No estoy pensando en ti y en tus manos largas y delgadas.
No estoy pensando en ti esperando a que yo te diga las cosas que no puedo decir.
No estoy pensando en ti recorriendo otras calles.
No estoy pensando en ti como el fantasma que habita en mi sofa.
No estoy pensando en ti, lejos de mi.

Si tienes helado?

- Mejor algo dulce. Dijo mi amiga cuando le ofreci un café.
- Quieres helado? Ya sabia yo que es lo que más le gusta.
- Si tienes helado?
- Mmmm... Pues si.

Comence a reir de mi ocurrencia: "Si, claro que tengo helado. Tengo 31 años, vivo sola, con muy poca imaginación y no tengo pareja; por supuesto que tengo helado".
Lo servi en unas tazas. Desiguales, una es grande, de color azul, se lleno con 3 cucharadas. La otra es un recuerdo de algun lugar (ni modo, me gusta coleccionarlas) y solo necesite 2 cucharadas.

Se lo conte y nos reimos las dos. Y asi terminamos la tarde.





Lo malo fue que 3 semanas después, me encontre en la misma situación: ofreci un café y prefirio el helado.
Solo que ya no era mi amiga, era el.

Era el y pense en hacer de nuevo el comentario pero mi boca se torcio un poco, hasta hacer una mueca, que no era ni una sonrisa ni un gesto.

- Mmmm. Pues si.

Fue lo único que dije esta vez, y solo serví una taza.

Sin dormir...

El sueño de ti. Este sueño que tengo de ti no me deja dormir.
No es una fantasia; es una idea que da vueltas y vueltas en mi cama y no me deja dormir.